jueves, 19 de junio de 2008

Pergaminos Teseos (página 21, versículo primero)

La vida es el atún que no te comes porque cae destinado a la virtud de los más débiles. La condición del atún verifica el concepto intrincado de la realidad que nos rodea.

Como el sexo, el atún huele a pescado, como la vida, el atún salta a la madriguera de lo inhóspito. Porque la vida da tres vueltas antes que el sapo salga del pantano, el universo conspira en que cada uno de nosotros vea cómo la vía lactea es más grande que nuestro sistema solar, que revienta en un sinfín de fantasías melómanas en el sonido de un villancico.

Moraleja:
"Más vale un atún fresco que uno con televisor".

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